Queridos lectores, no voy
a dejar de escribir relatos de “Mi hermana, mi ama”, peri de momento empezare
esta nueva saga, perdón si no os gusta. La protagonista también es Tamara, no
es muy original pero yo escribo los relatos de forma en que yo me meto en la
piel de la protagonista así que por eso todos los relatos tratan de una chica
llamada Tam, que es bastante sumisa. Dicho esto empecemos el relato.
Hasta el día de hoy, he
vivido con mi madre, mi padre y mi hermana Cristina de 13 años. Todos los días
me sentía amargada, yo soy una chica de 19 años de un metro sesenta y poco y de
unos 40 kilos, soy castaña pelo largo y ondulado con unos ojos color verde
claro, tengo unas tetas medianas talla 90b, siempre me he sentido infravalorada
en mi casa y más desde el día en que decidí no ir a la universidad, mi hermana
por el contrario era la niña buena de la casa si ella decía que quería ir al
cine, mis padres me obligaban a llevarla a ella y a sus amigas en mi coche
porque como no hacía nada era lo mínimo que podía hacer, que no hacía nada mis
padres me obligaban a limpiar la casa, hacer la comida, y encima ser la maldita
chofer de mi hermana. Ella siempre aprovechaba la situación. Llego un día en
que discutí con mi hermana porque no me daba la gana de llevarla a una ciudad,
que queda a mas de una hora en coche, porque quería ir a comprar a un centro
comercial. Tras gritarnos un rato, vinieron mis padres y como siempre se
pusieron de su parte, ahora eran tres personas gritándome, llamándome vaga,
inútil, y demás, además tras media hora regañándome mis padres me castigaron
sin salir ese fin de semana, después de que yo me gastara casi todos mis
ahorros en una entrada para un concierto de un grupo al que adoraba y era capaz
de conducir durante casi tres horas ara verles, me obligaron a darles mi
entrada.
Esa misma noche, cuando
todos dormían, yo cogí mi antigua mochila del instituto la llené con un poco de
ropa y todo el dinero que tenía en casa no llegaba a 100€, me fui a la
habitación de mis padres donde encontré la entrada. Me fui sin hacer ruido, no
sabía bien donde iba pero me puse a andar calle abajo en busca de mi coche.
Deje la mochila en el asiento del copiloto, y arranqué el coche, me deje llevar
por las calles, hasta llegar a la salida de la ciudad que me llevaría a la
ciudad donde se daba el concierto. No conducía desde hace mucho, es más aun
llevaba la L, no había tomado esa salida nunca. Mientras conducía iba leyendo
los carteles de las salidas, tras conducir durante unos veinte pico minutos vi
que me estaba quedando sin gasolina,
tome la siguiente salida era un pueblecito no muy grande, nunca había
estado en ese pueblo pero había oído hablar de él antes ese pueblo era conocido
por su artesanía pero ahora se había llenado de casitas adosadas en el
extrarradio y era un pueblo un poco más “pijo”.
Aparque en una pequeña plaza de las afueras y apague el motor, era una
noche bastante fría, me puse en los asientos de atrás y me puse a dormir, me
costó bastante estaba acostumbrada a dormir en cama y tapada, además estaba muy
nerviosa.
Me levante con un
horrible dolor de espalda, y con unas ganas increíbles de hacer pipí, me puse a
conducir de nuevo hasta llegar a la gasolinera, le pedí al hombre de la
gasolinera que me llenara el depósito y me indicara donde estaba el baño, me
fui al baño y luego le pregunte como podía llegar a la ciudad del concierto,
tras unas indicaciones volví al coche y tomé de nuevo la carretera hoy era el
gran día, solo faltaban unas horas. Iba conduciendo cuando sonó mi móvil, puse
el manos libres.
-¿Quién es?, pregunte
asustada.
-Tamara, ¿Dónde estás?
Gritó mi padre.
-Papa me he ido de casa.
Empezó a gritarme y
pedirme que volviera l antes posible.
-Estoy conduciendo no
puedo hablar, dije rápido antes de colgar.
Seguí mi camino hasta la
ciudad, tenía hambre y se me ocurrió mirar en la mochila, en uno de los
bolsillos encontré unas barritas energéticas de cuando iba al gimnasio, me las
comí mientras conducía pero tres barritas de cereales no saciaron mi hambre,
nada más llegar a la ciudad me fui al McDonald’s
a comerme unas hamburguesas. Pase la tarde merodeando por la ciudad, hasta
que llegó la hora del gran concierto, este empezó a las diez en un estadio y
acabo a sobre la una. Fue maravilloso incluso pude acercarme a que uno de sus
componentes me firmara la entrada. Estaba tan animada que no quería irme a
dormir aun así que cogí de nuevo el coche de vuelta a casa. Estaba tan segura
que me iba a castigar que me pase 2 horas de viaje pensando cómo me podrían
castigar, podían encerrarme en casa casi de por vida, doblar mis tareas, Cris
se reiría de mi. Conducía algo distraída y ya eran las 4 cuando vi la salida a
aquel pueblo, tome esa salida sin pensármelo dos veces, pero cuando aparque me
puse a caminar. Mis pasos me llevaron al centro donde encontré un pub de donde
salía una música que a mi gusto era bastante buena, leí el cartel, “Candy pub”,
sonaba exótico entré.
Miraba a todos los lados
estaba lleno de mujeres, pude contar a dos chicos, me fui a la barra una chica con un top
apretado me atendió.
-Hola, ¿Qué quieres
bonita?
-De momento, un tequila
con limonada, gracias, le pagué.
Sonriéndome, se fue a
atender a otra chica, ya eran las 5 y tenía sueño. Salí de ese bar, y me fui a
mi coche a dormir. Cuando me desperté me fui a la gasolinera a hacer pis y
comprar algo de desayuno. Mientras me atendía el señor de la gasolinera me puse
a mirar los anuncios, mientras leía el hombre me preguntaba si era nueva en el
pueblo.
-No bueno, es difícil de
explicar…, me llamó la atención un anuncio que ponía Se necesita mujer para
servir en una casa, se incluye alojamiento comida y sueldo, oye donde está la
calle del anuncio.
-No sé si eres la
indicada para esa casa pero bueno…, dijo riéndose, mira esta calle arriba giras
a la derecha y la tercera calle a la izquierda, es un chalet.
Seguí las instrucciones
de ese hombre, y llegue a un chalet, llamé al portero automático.
-¿Quién es?, dijo una voz
que venía del telefonillo, al que se le había encendido una lucecita roja, me
estaban mirando por la cámara.
-Hola buenos días, siento
molestar de buena mañana, pero leí el anuncio y quiero que me dé una
oportunidad.
Se abrió la puerta, y
seguí el caminito de piedra hasta la puerta de la casita, a ambos lados del
camino había estatuas en algo que parecía mármol de creo que era Afrodita
desnuda, me las quedé mirando. Me abrió la puerta una mujer de unos 25 años,
más alta que yo con el pelo rubio, creo que teñido porque era muy claro,
totalmente liso le llegaba a media espalda, escalado y con el flequillo recto,
tenía las piernas delgadas y largas, la cintura delgada y los pechos más
grandes que los míos, solo llevaba una bata que parecía de sea y unas
zapatillas, mientras la analizaba con la mirada me dijo.
-Pasa niña, lo dijo en un
tono seco, me has despertado, y eso no me gusta.
-Perdón, dije sonriendo y
poniendo cara de niña buena.
Me hizo pasar y sentarme
en el salón, esa casa era enorme y por lo que había visto por fuera tenía tres
plantas, normal que quisiera alguien para limpiar si vivía ella sola.
-A ti te he visto antes…
Ella también me sonaba
ese pelo tan hermoso ¿ no sé cómo no la había reconocido antes?.
-Sí, ayer en un pub de el
pueblo.
-A sí, ¿Y qué hacia una
chica como tú en un pub sí?
-Tomar una copa, venía
cansada de un viaje y me apetecía.
-Vale, si me viste en ese
pub supongo que sabrás de que es el trabajo, ¿no?
-De chacha, dije sabiendo
que si me lo había preguntado era porque no sería eso.
-Vamos chica piensa un
poco, que podía hacer yo en un pub d ambiente…
Coño, era lesbiana, y
servir estaba relacionado con sexo.
-Eehhhmm, pues algo de
ámbito sexual.
-Bueno, creo que eres
demasiado joven para nosotras.
Nosotras pensé, que raro
¿había alguien más en esa casa?
-No me juzgues por ser
joven, vale que no soy lesbiana pero estoy dispuesta a todo.
-¿A todo?, yo me refiero
que quiero contratarte como esclava sexual.
Me quedé callada un rato.
–Vale, dije con la boca seca.
-A ver enséñame las
tetas.
Me levante la camiseta
sin sacármela, me quite el sujetador y deje mis pechos frente a ella que se
levantó y con la mano izquierda me tocó la parte inferior de la teta derecha.
-Pensaba que las tendrías
más caídas, me apartó el pelo colocándolo detrás de mi oreja y me susurró yo
también tengo los pezones de este colorcito rosa tan bonito y tan peques. No
eres lesbiana, ¿por qué crees que podrías complacernos?
-No soy lesbiana señora,
pero una vez lo probé y no me disgusto además la chica con quien lo hice me
dijo que se lo comí bien.
Empezó a frotarme el coño
por encima del pantalón, no le fue difícil porque era muy ajustado.
-Bien ahora te vas a
tumbar en el suelo, te vas a desnudar y te vas a correr para mí, ¿entendido?
Me quité los zapatos, y
me bajé los pantalones, me senté en el suelo.
-Quítate el tanga, me
dijo.
-Sí ahora iba, me lo
quité rápido.
Empecé a frotarme el
coño, haciendo circulitos sobre él.
-Me gusta comer coños
depilados, dijo mientras se servía una copa de coñac y se sentaba en el sofá,
córrete mirándome y gimiendo bien alto.
La miré fijamente a sus
ojos completamente azules, mientras gruñía.
-Mmmmmm, aaaahh siiiiii.
Empecé a tocarme con las
dos manos, metiéndome los dedos y a la vez acariciándome el clítoris. Empecé a
arquear la espalda, me iba a correr, gemía bien alto.
-Vamos hazlo, córrete para mí, va joder.
Empecé a correrme en el
suelo, y luego me desplome sobre mis propios líquidos, se acerco a mí y
acariciándome la cabeza me dijo que me levantara.
-Lo has hecho muy bien
niñata, pero buscamos alguien más puta.
-Yo soy muy puta, pídame
lo que quera.
-Limpia esto, con la
lengua.
Me puse de rodillas con
el culo bien en pompa y lamiendo el suelo, mientras yo recogía todos los
líquidos que podía en mi boca ella se colocó detrás de mí mirándome el culo,
luego siguió avanzando hasta ponerse delante de mí, yo solo vi sus pies, se
descalzó i empezó a chafar mis flujos. Me acerque a ella y pase de lamer el suelo a
lamer sus pies.
-Veo que sabes lo que
quiero, levanto un pie.
Empecé a lamerle la
planta del pie, y luego levanto el otro.
-Levanta va, y vístete.
Apenada me empecé a
vestir asumiendo que solo había jugado un rato conmigo y ahora me echaría a la
calle. Se sentó en el sofá y me hizo un gesto para que me sentara a su lado.
-¿Qué sabes hacer?
-Se cocinar, limpiar,
conducir, he visto que la casa es bastante grande supongo que tiene jardín y a
mí me gusta mucho la jardinería.
-No me refería a eso,
supongo que virgen so eres, pero ¿te han dado alguna vez por culo?.
-No, respecto al sexo
solo he tenido sexo bastante normalito.
-Bueno así te lo podremos
estrenar nosotras. ¿Por cierto ¿Cómo te llamas?
-Me llamo Tamara,
encantada.
-Yo soy María pero todas
aquí me llaman Mary.
Ya estaba súper
intrigada.
-¿Quien más vive aquí?
-A sí que no te lo he
dicho aquí vivimos 4 mujeres, mi mujer Natalia, y dos chicas más Laia y Leire.
-Ahh bueno y ¿os tendré que
servir a todas o solo a ti?
-A todas cariño, a no ser
que no quieras…
-Claro, que quiero.
- Vale hoy vete a tu casa
y mañana ven con todo lo que necesites.
-Bueno ahora mismo estoy
viviendo en el coche, y todo lo que necesito está en una mochila.
-Bueno pues cógelo y ven
ya.
Me fui corriendo al coche
y saque mi mochila, volví a casa de las mujeres, cuando llamé ella me miró por
la cámara y me pregunto si solo llevaba eso.
-Sí solo lo que me cabía
en esta mochila.
Me hizo entrar de nuevo y
empezó a registrarme la mochila, saco tres o cuatro camisetas, unas ocho
braguitas y sujetadores, dos faldas y otro pantalón.
-Tendrás que comprarte
algo de ropa, mañana a primera hora te llevare al centro comercial a comprarte
algo.
-Muchas gracias.
-Necesitare tu DNI.
-¿Para qué?, pregunté
intrigada.
-Para hacerte el
contrato.
Joder, no sabía que me
iban a contratar, pero así mejor.
-Ven acompáñame, me llevó
escaleras arriba mientras me contaba quien vivía en esa casa, como ya te dije
soy Mary soy diseñadora de interiores, esta casa la he decorado yo. Mi mujer
Natalia es arquitecta gracias a ella tenemos esta casota. Bueno a Laia ya la
conocerás es poco especial, ella es notaria ahora está en la capital negociando
no se qué. Y Leire es ginecóloga tiene
una consulta en la ciudad y trabaja toda la mañana.
-¿Dónde está su mujer?,
le pregunte curiosa.
-Se fue a su estudio, le
encargaron unos planos y esta semana casi no la he visto.
El segundo piso era tan
grande como el primero un largo pasillo en forma de L lo recorría, conté 6
habitaciones, me llevo a la del final abrí la puerta y vi una enorme habitación
con una cama d matrimonio, dos armarios empotrados.
-¿Esta habitación toda
para mí?
-Claro, es la más
pequeña.
Coloque mis cuatro trapos
en los armarios.
-Te enseñaré la casa, me
dijo ordenando que la siguiera.
Fuimos a su habitación
que estaba justo al lado de la mía era aun más grande que la mía con 4 armarios
llenos de ropa, una cama de dimensiones anormalmente grandes, en esa cama ni se
debían rozar mientras dormían. La siguiente habitación era la de Laia.
-Ya te dije que Laia es
especial, mejor no entramos en su habitación.
-Vale, tenia curiosidad
por saber cómo sería Laia y ¿Qué tenía de especial?
La habitación de Leire
era igual que la mía sol que tenía la pared llena de cuadros de mujeres
desnudas hechos con carboncillo, una la identifiqué era claramente Mary, y
supuse que las otras tres eran Natalia, Laia y Leire.
-Sois vosotras, ¿no?
-Sí, te gustan los he
dibujado yo.
Estaban todos firmados
por ella, me acerqué a uno.
-Tienes buen gusto, esa
es Natalia.
Era una mujer con unos
pechos enormes y unas curvas perfectas, parecía de pelo negro oscuro y largo y
escalado, parecía una copia de Mary pero con pelo negro, en el cuadro le tapaba
un poco los pechos pero lo justo para que se le vieran hermosos.
-¿Y esta quien es Laia
o…?
-Sí, esa es Laia.
Parecía muy joven, no
sabía si el pelo era castaño claro o rubio, tenía los pechos más bien pequeños
comparados con los míos, pero me llamó la atención que a diferencia de los
otros bocetos ella llevaba unas botas que le llegaban por la rodilla, aparte de
que tenía tatuada una mariposa a escasos centímetros de su coño, y en un pecho
tenía una estrella cuyo centro era su pezón.
-¿Te gustan sus tatuajes?
-Me gustan, me puse roja.
-Pues ya verás cuando la
veas de espaldas.
Leire parecía más
normalita, media melena color castaño oscuro más o menos los pechos tan grandes
como los míos. Supongo que se me notaba en la cara.
-Ya claro después de ver
a Laia jeje.
-No, me gusta mucho, pero
es más normalita.
La habitación de Leire no
tenía nada de sorprendente, pero la habitación que no era de nadie tenía una
cama el doble de grande que la de la habitación d Mary, además con un espejo en
el techo, vaya tontería pensé yo.
-Para comer prepara
comida para 3 no te compliques mucho algo de pasta y luego algo ligero.
Me puse a hacer
macarrones con tomate y unas pechugas de pollo a la plancha. Alguien entro en casa y dijo Hola cariño,
supuse que era Natalia. Se escuchaba como cuchicheaban. Escuche unos zapatos de
tacón acercándose a la cocina.
-Hola tú debes ser
Tamara, me dijo mirándome de arriba abajo y luego de abajo a arriba.
-Sí, supongo que eres
Natalia, ¿no?, eres más guapa al natural.
Se fue al salón y se
sentó en el sofá, besando a Mary, comiéndole el cuello. Me acerque a ellas.
-Perdonad pero, donde
están los manteles y todo eso, para poner la mesa.
Me indicaron con la mano
un cajón de donde saque un mantel y unas servilletas, puse la mesa.
-¿La has visto ya
desnuda?, le pregunto Natalia a Mary, ¿tiene buen culo o es el pantalón?
Vi como Mary le susurraba
algo al oído, Natalia se levanto y de un tirón me bajaba los pantalones, a pues
lo tiene bonito, me dio un cachete y me lo subió de nuevo, yo no dije nada,
pero pensé ¿Así es como me van a tratar siempre como a un trozo de carne?, pero
no sé porque pero estaba excitada.
Cuando estábamos comiendo
me felicitaron por la comida, pero bueno también me dijeron que llevaban casi
una año cocinando ellas que no estaban acostumbradas y lo mejor que comían era
los días que pedían comida china.
-Gracias, la manera que
las cosas preparadas a la plancha sepa mejor es con especies o hierbas
aromáticas y un buen aceite.
Yo solo pensaba, porque
me están haciendo cocinar si Mary me ha dicho que me contrataban como “puta”,
para follarme noche y día, ¿por qué no estaban ya las dos sobre mí? Llegó Leire
y la feliz pareja le pidieron que me inspeccionara.
-Hola chica ¿qué edad
tienes?, me preguntó mientras daba vueltas a mi alrededor.
-19, le dije algo
cohibida.
-¿Podrías desnudarte y
tumbarte boca arriba en la mesa o en el suelo?
Me subí encima de la mesa
ya desnuda.
-Levanta las piernas un
poquito, empezó a palparme el coño, ¿cuándo te viene la regla.
-El martes, le dije aunque
estaba muerta de vergüenza.
-Bueno, veo que estas sana, pero ya te comentaron las chicas, ¿no?
-No dijo Mary, mira Tamara,
Leire y nosotras nos tomamos unas pastillas que evitan que tengamos la regla, y
si quieres trabajar aquí tendrás que tomarlas también.
-¿Y no tienen algún efecto
secundario o algo?, jamás vi que se comercializaran esas pastillas
-Bueno, dijo Leire, un
poco de hinchazón de mamas, y te humedeces más rápido, y en teoría son para
casos extremos pero en una dosis controlada no pasa nada.
-Vale.
-¡¿Me la puedo follar ya?!
Dijo Mary desesperada.
-Sí venga toda tuya, le
dijo Leire.
Me cogió de la mano, y me
llevó desnuda al piso de arriba.
-Vamos Natalia ¿a qué
esperas? Grito Mary desde su habitación.
Cuando llegó Natalia Mary
ya estaba sobre mi cuerpo desnudo mordiéndome el cuello, Natalia entró y se
desnudo y se tiro encima de Mary llamándola impaciente, al poco rato ya tenía a
Mary comiéndome el coño, yo no paraba de gemir, Natalia se tumbo encima de mí,
junto sus enormes tetas con las mías mientras las frotaba, Mary lamia a veces
mi coño a veces el de su mujer. Notaba como una mezcla de nuestros flujos junto
la saliva de Mary, resbalaba por mi cuerpo, hasta que hubo un momento que no
pude más y me corrí en la boca de Mary.
-¿Verdad que lame bien mi
mujer?, pregunto Natalia acariciándome los pechos, pero ya un no me he corrido.
Empezó a echarse para
arriba, primero pasando sus enormes pechos por la cara, luego su cintura y más
tarde su húmedo coño, se puso de rodillas sentándose en mi cara y gritando va
que me falta poquito.
-Natalia, jope déjame comértelo
a mí, dijo entristecida Mary al ver que su mujer prefería que otra la masturbara.
-Tú ya me lo has comido,
solo quiero que la nueva se acostumbre al sabor de mis líquidos.
Tras unos minutos empezó
a correrse en mi boca, aah dios, su corrida era deliciosa, era la segunda vez
que una mujer se corría en mi boca. Pero me gusto mucho luego Mary se sentó en
el borde de la cama con las piernas abiertas, y Natalia me metió la cabeza
entre las piernas de su mujer, tardé más de veinte minutos en conseguir que se
corriera. Natalia me felicito, me contó que a ella también le costaba mucho
conseguir que su esposa se corriera. Se quedaron en la cama abrazadas y a mí me
echaron de la habitación.
Fui al salón a buscar mi
ropa, cuando por el camino me encontré a Leire.
-Eehh tú perrita ven
aquí, me dijo Leire.
-Me llamo Tamara, le dije
de morros.
-¿Te molesta que te llame
perra?, para eso te pagamos, y ya verás lo que te dirá Laia.
Pero que tiene de
especial Laia, por como hablaban de ella me la imaginaba como la mala de la
casa. Entre desnuda a la habitación de Leire. Abrió uno de sus armarios pero no
estaba lleno de ropa sino una de consoladores de todas las midas y colores,
entre otras cosas que jamás había visto. Mientras rebuscaba entre su arsenal de
pollas de plástico decía, bueno tu eres estrechita así que probaremos algo pequeño
por hoy, se ató un arnés en su cintura y puso un consolador doble de forma que
cada vez que me penetrara ella se daría placer también. De un empujón me echo
en la cama.
-Vamos que te dejo elegir
la postura, si no la elegiré yo.
Me puse a 4 patas, mostrándole
bien mi culito, y de una sola embestida me la clavó en mi ya lubricado coño, la
mujer gruñía mientras me follaba y me agarraba fuerte las caderas apretándome más
contra ella, clavándome sus uñas en mi blanquito culo, yo gritaba pero en
realidad ese trozo de plástico había llegado más lejos de lo que ningún hombre fue
capaz y me gustaba. A la media hora Leire y yo estábamos agotadas. Esa noche
pedimos pizza y nos conocimos un poco mejor todas.
Espero que no se les haya
hecho largo, por favor un comentario me alegra el dia. J
Me ha encantado cariño, ha habido mucho de conversacion y eso me encantaa!!! No puedo mas que felicitarte, cielo. Qué ganas de conocer a Laia =p jiji. Espero que le traiga muchas aventuras este nuevo trabajo a mi Tami :D
ResponderEliminarUn beso de tu fan #1
Taaami no te imaginás coomo me exito ! seguila BB
ResponderEliminarme gusto!!
ResponderEliminarmuy buen relato :)
Este relato es el que mas me a gustado. Todos son muy buenos, pero este es el que mas me a gustado de todos, porque tiene mas dialogo y quiza este mejor redactado. Deberias continuarlo. As dejado con ganas!! jaja
ResponderEliminarMi nombre es Lorena, soy jugadora de baloncesto, y hace un par de temporadas cuando tenia 21 años él nuevo entrenador que acababa de llegar esa temporada me dejo fuera durante 3 convocatorias seguidas, así que un jueves por la noche, un día antes de que diera la lista de convocadas decidí llamarlo por teléfono para resolver esta situación, pero este se negó a hablar por teléfono y me citó en su despacho él día siguiente a las 8 de la mañana.
ResponderEliminarCuando llegué me hizo pasar amablemente y me preguntó que quería
-A ver Míster, llevo 3 convocatorias seguidas fuera del equipo sin recibir una explicación, es mas durante los primeros 4 partidos fui la máxima anotadora del equipo con una media de 38 puntos, 9 asistencias y 24 rebotes además desde mi ausencia él equipo lleva 3 derrotas seguidas
-tu problema no es para nada él rendimiento en él campo
-entonces por que no me convocas?
-a ver Lorena, siempre tienes algún pique verbal con las jugadoras del equipo rival, has tenido varias peleas con tus compañeras, llegas tarde a casi todos los entrenamientos del equipo y además han llegado a mis oídos que sueles salir de fiesta antes de los partidos, y no quiero a una jugadora con estas características en mi equipo.
-que me estas diciendo que busque otro club en él próximo mercado?
-yo no he dicho eso
-entonces?
-a ver, las jugadoras como tú suelen cambiar con un poco de disciplina
-que disciplina?
-pues yo creo que unos azotes no te vendrían mal
-como unos azotes?estas loco?
-si no quieres ya puedes irte y esperarte al próximo mercado de fichajes a ver si encuentras equipo
-si acepto, jugaré él partido de mañana
-aumentas notablente tus posibilidades
Me quedé unos segundos pensando
-pero me va a doler?
-es un castigo, se supone que tiene que doler
-está bien, pero esto que no lo sepa nadie
-tu tranquila, y ahora tumbate sobre mis rodillas
Me tumbe sobre sus rodillas como él me había dicho, estaba totalmente avergonzada por la situación, como si de una niña pequeña que se ha portado mal se tratase, aunque llegaron los primeros azotes y pronto pasé de la vergüenza al dolor, estuvo varios minutos azotándome en mis nalgas empezando a dejarmela rojas
-ahora bajate él pantalón
-como?
-no me hagas perder él tiempo y bajate él pantalón que no tenemos todo él día
CONTINUARÁ...
Me bajé él pantalón como me había indicado, y rápidamente me tiro hacia él y siguió azotandome con la mano provocando mis primeros gritos y lágrimas, hasta que paró tras unos minutos que se me hicieron eternos
ResponderEliminar-traeme aquella pala de madera que hay colgada en la puerta
-como pala?
-vamos, que apenas queda 1 hora para que vengan tus compañeras y empecemos él entrenamiento
-ya voy
Le entregué la pala en la mano y espere que me diera alguna orden
-muy bien, ahora sujete él pantalón y apoya las manos en él escritorio dejando él culo inclinado
Me coloqué en la posición que me había indicado, pero estaba tan nerviosa que se me olvidósubirme él pantalón
-a ver Lorena, yo no tengo ningún problema en azotarte así, pero yo que tú haría caso y me subiría él pantalón
Me subí él pantalón inmediatamente totalmente avergonzada
-serán 10 azotes que vas a contar en voz alta, si te mueves o dejas de contar empezamos de nuevo, entendido?
-si
-vale pues empecemos
PLASH
-ayy 1
PLASH
-ayyy 2
PLASH
-aayy 3
PLASH
-oouch 4
PLASH
-aaayy 5
PLASH
-oucch 6
PLASH
-ayyy para 7
PLASH
-aahh joder duele idiota
-como dices?
-perdón 8
-esta ultima la repetimos, y como no vuelvas a olvidarte de contar empezamos de nuevo, de lo de idiota hablamos luego
PLASHHH
-Aaaaayyyy 8
(Había quedado clara él mensaje, si no obedeces dolerá muchísimo mas)
PLASH
-ouchh 9
PLASH
-aaaay 10
-bueno, has cumplido tu castigo bastante bien, pero veo que todavía se te escapa algún insulto
-lo siento mucho, yo no quería...
-no me pongas excusas y traeme mi bolsa de aseo
Le acerqué una bolsa negra que tenia en una silla, la cual abrió y sacó una pastilla de jabón que tenia quitándole él plástico que la envolvía, y tras meterla unos segundos bajo él grifo se acercó a mi y me la metió en la boca
-a ver si así se te quita esa fea costumbre, y ahora arrodillate y pon los brazos en cruz
Adopté aquella posición de inmediato, él se me acerco, a mi con 2 libros y me los puso en las palmas de las manos
-manten la posición media hora, como sueltes los libros o escupas el jabón lo vas a pagar caro
Conseguí mantener la posición hasta que se me acercó y tras quitarme los libros y sacarme aquella asquerosa pastilla de jabón de la boca me hizo levantarme y me dijo
-ale ya puedes ir al vestuario a cambiarte antes de empezar él entrenamiento
-si míster, pero podre jugar él partido?
-estabas en la lista antes de que vinieras a hablar conmigo—dijo sonriendo—.
-entonces me he dejado azotar para nada?
-hombre para nada...te ayudará a no caerte de ninguna lista mas esta temporada, o eso espero
-eso seguro, no volveré a llegar tarde a un entrenamiento o insultar a una jugadora rival en mi vida
-y esta noche a la cama a las 11, que como yo me entere de que mas tarde de esa hora estas fuera de tu casa tendremos que tener otra charla como esta
-ni de coña, esta noche a las 10 estoy en la cama si hace falta
Hacia 2 semanas de aquel doloroso partido, cuando durante un partido, tras recibir una falta, me encare con una jugadora rival y la llamé 'hija de puta', tras oír esto él arbitro decidió expulsarme.
ResponderEliminarEstuve en él vestuario durante al menos 10 minutos hasta que empezaron a llegar mis compañeras, y el entrenador que a pesar de la victoria tenia una cara muy seria me mandó a su despacho. Al llegar allí estaba muy nerviosa, ya que nunca lo había visto tan enfadado.
-bueno, pues parece que se te olvidan rápido las promesas
-lo siento, pero es que ella me provocó y...
-y nada, no hay excusa que justifique tu actitud, pero después de salir de aquí te aseguro que no volverás a insultar a otra jugadora en tu vida.
-pero no ha sido mi culpa, ella me ha provocado
-que no me pongas excusas te he dicho, vamos bajate él pantalón y tumbate sobre mis rodillas
-no quiero
-me estas retando? Tienes 3 segundos para obedecerme, si no quieres que te lo baje yo, 1, 2 y...
-y 3, paso de hacerte caso
Me cayó un guantazo que me tiró contra él escritorio
-tu lo has querido
Me bajó él pantalón a la fuerza y comenzó a azotarme fuertemente con la mano en mis nalgas
-traeme la pala de madera
-vas tú y la coges
-te estas pasando
Cogió la pala de madera, me puso contra él escritorio y cuando fui a subirme él pantalón me paró y me dijo.
-mejor con él pantalón bajado que te ayudará a bajar esos humos, y hoy serán 15, ya sabes cuentalos en voz alta
-ya te he dicho que no quiero
-tu lo has querido
Comenzó a azotarme con la pala duramente y dejando menos tiempo entre cada golpe que la vez anterior, cuando llegaron los 15 azotes me fuí a levantar del escritorio, pero me volvió a empujar contra él y me dijo
-no pienses que hemos terminado, tus faltas de respeto hacia mi se verán reflejada en tus nalgas
-pues muy bien, cuantos vas a ser al final?
-lo veré sobre la marcha, pero cuando termine estarás llorando como una niña pequeña, eso te lo aseguro
Continuó azotandome cada vez mas fuerte, hasta llegar a los 30 azotes
-veo que hoy eres mas dura que la otra vez
-ya lo ves
-no te preocupes, que yo he dicho que vas a llorar como una niña pequeña y lo voy a cumplir
Se quitó él cinturón, subió su pie a una silla, me apoyó sobre su pierna y comenzó a azotarme duramente con él, llevaba un buen rato dándome cuando no pude más y rompí a llorar y a pedir desesperadamente que parase.
-no sé si parar, como se piden las cosas?
-por favor, por favor para
-volveras a insultar a alguien durante un partido?
-no
-entonces ha sido culpa tuya caer en su provocación, verdad?
-mmmmhh
Me pegó otro correazo
-sisisi ha sido mi culpa
-coge la pastilla de jabón de mi bolsa la pastilla de jabón que hay, metela debajo del grifo para que se ablande un poco y metetela en la boca
-por favor eso no, que esta muy mala, además te aseguro que he aprendido la lección
-de eso no tengo duda, pero hazme caso y coge la pastilla de jabón que no quiero enfadarme mas
-vale
Le hice caso y me puse la pastilla de jabón en la boca mientras él se fue un rato, cuando llegó me sacó él jabón de la boca y me dio un café
-oye, lo siento mucho de verdad, primero me he equivocado en él campo y luego me he comportado como una niña pequeña
-yo también me he pasado pegandote de esa forma, pero no me has dejado otra opción
-no pasa nada, además con todo él tiempo que me voy a acordar de esto al sentarme seguro que no se me olvida
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